En la carretera que conduce de Tegucigalpa hacia el Sur de Honduras, siguiendo por una amplia carretera de automóviles entre los kilómetros 18 y 19 existe una vereda que conduce a la misteriosa laguna de el pescado, la cual es muy famosa tanto por su gran belleza natural como por el enigma que encierra.
La laguna de el pescado esta enclavada entre verdes cerros de pino y en sus alrededores predomina una agradable temperatura y se puede disfrutar respirando el fresco y puro aire proveniente del imponente cerro de Hule o Hula, que esta situado al Sur de la laguna, pero a muy corta distancia.
La fama de la laguna es mas grande que sus propias dimensiones ya que es muy pequeña, solo mide entre 3 a 5 hectáreas y su mayor afluente es una pequeña quebrada que baja del Cerro de Hule y desemboca en el caudaloso Río Grande o Choluteca cuando pasa en las cercanías de la Aldea de Yaguasire.
No obstante, aunque pequeña en tamaño el misterio que la rodea es inmenso y por eso se ha dado a conocer tanto la existencia de esta pequeña laguna. Muchos coinciden que el velo de misterio que envuelve a la laguna de el pescado es una combinación de delicada belleza perfumada por la fresca brisa de los pinos y marcada por la tragedia ya que aunque la mayor parte del tiempo se nota tranquila, en ocasiones sus aguas se vuelven turbulentas con oleajes tan fuertes que parece que la laguna esta enojada.
Donde actualmente se encuentra la laguna de El Pescado, antiguamente era un bello ocotal donde vivía un hombre con sus 2 hijos, quienes llegaron al sitio procedentes de Tegucigalpa.
Cuenta la historia que un 26 de Julio día que se celebra la fiesta de Santa Ana, Patrona de esa pequeña comunidad el buen hombre se fue al pueblo a disfrutar de la feria y dejo solos en su casa a su hija adolescente a su hijo menor.
Aprovechando la ausencia del Padre, llego de visita a la casa un hombre desconocido y de aspecto atemorizante, que decía ser un brujo de Managua. Las intenciones del brujo eran enamorar a la bella y joven campesina, sin embargo esta lo rechazó tajantemente, a tal extremo que llego incluso a negarle un vaso de agua que el no deseado visitante le pidio.
La familia se abastecía de agua de un pequeño pozo que estaba cerca de su casa y siempre estaba lleno, sin embargo el brujo enojado por el rechazo de la muchacha antes de irse hechizó el pozo haciendo que se llenara de peces. Cuando la joven descubrió los peces se puso muy contenta y eligió los mejores para comer.
Por un momento todo estaba bien, pero poco a poco el agua del pozo fue subiendo hasta desbordarse tanto que inundó la pequeña casa. Los hermanos asustados buscando refugio se subieron al tabanco de la casa, pero desgraciadamente el agua subió tanto que la bella campesina murió ahogada, salvándose únicamente su pequeño hermano.
La casa quedo completamente sumergida en la profunda laguna, quedando como dueña y ama de la misma la desafortunada muchacha que como por arte de magia se había convertido en una linda sirena. Muchos aseguran que aun hoy se pueden ver en el fondo de la laguna de El Pescado los cogollos de los pinos que un día adornaron la cabaña de la joven.
Lo sucedido a la muchacha, fue la primera parte del plan de venganza del brujo, pero ahora quería completar su maléfica obra. Llego a la laguna en compañía de un grupo de hechiceros con la intención de llevarse a la bella sirena con todo y la laguna, su idea era echarlos dentro de la cascara de un huevo.
Todo parecía marchar bien para el brujo managua, no obstante él y sus compinches desconocían que en la Aldea indígena de Santa Ana de Hula también habían personas entendidas en la brujería, quienes se opusieron a las pretensiones del brujo managua y lograron quitarles la laguna a los ladrones, pero en la pelea el brujo managua logro llevarse un poco del agua de la laguna y en su huida dejo caer unas cuantas gotas de agua a la tierra, de las que se formaron inmediatamente otras lagunas pequeñitas que hoy en día se conocen como Laguna Grande y laguna de Curaren entre otras.
Los brujos de Santa Ana, temerosos que los brujos managuas intentaran robarse de nuevo la laguna de El Pescado decidieron asegurarla, la encadenaron colocando grandes argollas y peñones alrededor y a la salida del desague.
El nombre de la laguna es en recuerdo de los peces que el brujo managua deposito en el pozo de la familia. Se cree que en el fondo de la laguna de El Pescado aun vive cautiva la linda sirena que un día fue una hermosa campesina.